Buff, cómo pasa el tiempo… parece ayer cuando dejé en barbecho este blog y ya ha pasado más de un mes. Y, lo peor de todo, es que en este pequeño periodo de tiempo he sido capaz de olvidar todo lo que tiene que ver con el día a día. Siempre ocurre lo mismo, cuando empiezo a ver los anuncios de la vuelta al cole y los coleccionables en los kioskos son un síntoma claro de la vuelta al “cole” y con ello, la vuelta a la rutina. A esa rutina que tan fácilmente he olvidado incluyendo procedimientos, aplicaciones, contraseñas…. Y sólo me queda volver al día a día, a priorizar, concretar, marcarme metas…. retomar esos hábitos que he perdido pero que me funcionan… En definitiva, volver a la monotonía con sus cosas buenas y malas.
Y para que esa vuelta sea lo menos doloroso posible te cuento unos pequeños trucos:
- Asimila que las vacaciones han acabado e intenta adaptarte poco a poco a la rutina. Intenta guardar diariamente un tiempo de ocio y no cambiar de forma drástica tus horarios.
- Planifica alguna actividad para el próximo día libre que tengas. No hay por qué esperar al año que viene para realizar actividades divertidas.
- Reflexiona sobre qué es lo que te motiva por la mañana. Ten claro por qué te levantas: porque te encanta lo que haces, porque necesitas conseguir dinero para llegar a fin de mes, porque… Da igual el por qué siempre y cuando sea válido para ti.
- Gestiona el correo. Si a la vuelta te encuentras con demasiados correos que responder. Clasifícalos rápidamente:
- Bórralo si no es importante para la empresa.
- Respóndelo en el momento, si se puede realizar en menos de un minuto.
- Si necesitas más tiempo para responder, márcalo como pendiente y dedica x tiempo al día para responder todo este tipo de mails.
- Intenta evitar las reuniones. La mayoría de las veces son una pérdida de tiempo, sobretodo aquellas en las que únicamente conoces la hora de inicio. Como opciones a este tipo de eventos puedes proponer el uso de archivos compartidos para comentar los puntos que se quieren incluir en la reunión o directamente asistir pero sólo si se conoce el tiempo de duración.
- Retoma los hábitos que ya tenías antes de las vacaciones. Durante el veraneo es fácil modificar el estilo de vida y perder ciertas costumbres que parecían parte de uno mismo. Para poder añadirlos otra vez a la vida cotidiana, suele ser mejor que vayas añadiéndolos poco a poco (como si empezáramos de cero).
- Planifica el trabajo y evita la multitarea. Seguro que en estos días que no has estado, han aparecido muchísimas tareas que hay que completar lo antes posible e intentarás abarcarlas lo antes posible. No caigas en ese error, crea una lista de tareas con todas la acciones que tienes que realizar, priorízala y empieza (y acaba) la primera de la lista. Ayúdate de la matriz de Eisenhower, para diferenciar entre lo urgente y lo importante, y verás como organizarlo todo te ayuda a conocer lo que puedes esperar cada día.
- Vuelve a la vida sana (si la has perdido durante las vacaciones). Descansa el número de horas que necesites y vuelve a acostumbrar a tu cuerpo irse a dormir a una misma hora, aliméntate de forma equilibrada y no te conviertas en una persona sedentaria.
Y con estos pequeños trucos sobrellevo el final del verano, la típica tristeza post-vacacional y la vuelta a la realidad me resulta menos abrumadora. Y tú, ¿tienes algún otro truquillo que te ayude a volver a la realidad?
Hola Saruqui:
Yo tengo por costumbre, tras el parón vacacional, reincorporarme a la empresa a mitad de semana, miércoles o jueves. De esta forma, se hace más llevadero con la perspectiva de la proximidad del fin de semana. Tengo asumido que, probablemente, la vuelta a la rutina no va a comenzar de la manera más productiva posible. Sobre todo por la avalancha de correos electrónicos pendientes de leer, a cada cual más urgente.
Saludos
Totalmente de acuerdo José María. También intento que cuadre para empezar después de la mitad de la semana (aunque la mayoría de las veces es complicado). Así, en ese par de días, me da tiempo a conocer la situación actual de las tareas y adaptarme al trabajo que exista. Cuando me quiero dar cuenta llega el fin de semana y ese parón me ayuda a coger con más fuerza y con un nuevo punto de vista la vuelta a la rutina la semana siguiente.
Sobre los correos, es una pena la de tiempo que se puede llegar a perder, porque existen muchas personas que no hacen un uso productivo de ese medio.
Saludos