El sistema Bullet Journal es tan flexible que realmente puedes incluir en él cualquier cosa que se te pase por la cabeza y, sobre todo cuando empiezas, escribes todas las ideas que vas encontrando en Pinterest, blogs, Instagram porque visualmente son muy atractivas y es muy sencillo caer en la tentación… Sin embargo, con el paso del tiempo vas encauzándote y encontrando las colecciones y spreads que más se adaptan a ti.

En mi caso, utilizo varios cuadernos: uno más general (para mi día a día), otro para estudios y varios para los distintos proyectos que ya os iré contando y, por ahora, parece que esta forma de trabajo me ayuda a ahorrar tiempo para realizar de forma más efectiva todas las tareas que realizo cada día. Pero a día de hoy tengo claro que existen algunas colecciones que no tengo pensado incorporar a mi BuJo.

3 colecciones que no utilizaría en mi BuJo

Básicamente las causas por las que no crearía las siguientes colecciones son por seguridad y productividad:

1. Contraseñas. Obviamente esta lista no la añado por temas de seguridad. Y da igual que sean muchas o pocas; si son pocas puedes memorizarlas y si no, existen muchas opciones digitales para este cometido. Desde almacenarlas en un archivo cifrado (no te recomiendo que lo hagas en texto plano) como utilizar alguna de las aplicaciones para gestionar tus contraseñas: KeePass, LastPass, 1Password…
2. Ingresos / Gastos. Dos son los motivos fundamentales para no hacerlo:
   1. No encuentro ninguna razón para llevar por la calle esta información, igual que nunca iría con la libreta del banco.
   2. Poder tratar los datos posteriormente de forma sencilla. No encuentro práctico mantener un listado de entradas y salidas de dinero si no puedo convertirlo rápidamente en información útil. Es mucho más rentable crearte una hoja de cálculo con la información que necesites y utilizar una serie de fórmulas que te generen gráficos o valores que se vayan actualizando según vas introduciendo los datos. También existen aplicaciones en el mercado que te pueden ayudar a controlar los gastos como Fintonic, Mint…
3. Gestión de proyectos. Ahora es cuando piensas que te he engañado porque la semana pasada puse como ejemplo un proyecto para mostraros el funcionamiento de “Dutch Door“. Una cosa no quita la otra; es verdad que tengo una sección para mis proyectos donde incluyo la información inicial del proyecto, con el equipo, cliente, fechas, requisitos, mapas visuales… y, durante el desarrollo, añado la información de reuniones, cambios…. pero para gestionar las tareas, asignaciones y poder ver el estado actual del proyecto de un sólo vistazo resulta más beneficioso utilizar cualquier sistema de gestión de proyectos, y más cuando trabajas con otras personas. Existe una infinidad de productos en el mercado pero IMHO una de las aplicaciones más sencillas y versátiles que hay actualmente es Trello y puede adaptarse a la mayoría de tipos de proyectos y sectores, sobre todo si te encuentras en un entorno ágil.

Después existen otros tipos de colecciones que actualmente no mantengo pero este parón no implica que no vuelva a ellas en un futuro si encuentro una forma que me ahorre tiempo. Algunos ejemplos son: cualquier información sobre la que quiera obtener estadísticas como las analíticas del blog, challenges creadas por usuarios de BuJo (aunque sí que echo un vistazo para ver que maravillas hacen el resto del mundo) o cualquier otra lista que no me acerque a mis metas actuales.

Al final, todas estas decisiones (sobre que incluir o no en mi BuJo) son totalmente subjetivas y, seguramente, lo que para mí supone una locura puede que para ti sea la “panacea” y eso es lo fantástico de este sistema. Por tanto, ¿qué colecciones nunca se te ocurrirían incluir en tu BuJo? ¿o cuáles de las que he listado si que crees que son necesarias en tu BuJo?